lunes, 31 de diciembre de 2007

Arrinconado de letras: Con la subsección ¿Son sueños?





AEROTREN


Recorro pasillos anchos y ovalados, es una estación de trenes según veo,
es un día nublado, pero con un calor impresionante.

En mi mano tengo un papel que me indica unos números, dice las “11.15”.
Al parecer espero a alguien pero no sé a quien, todos andan a un ritmo vertiginoso, vestidos de negro y blanco con traje y corbata, bajan escaleras zigzagueantes que los conducen hacia el subterráneo, sin darme cuenta me uno a esta manada vertical que desciende para encontrar un buen asiento.

Al consultar la hora, todos poseen ese antiguo reloj ochentero, aquel aparato cuadrado y negro donde aparece la voz de una española que dice -zon laz veintitrez horaz y ziete minutoschh-.
Le indico a la persona que tiene su reloj adelantado porque todavía no oscurece y él me corrige diciendo -esta es la hora, acá oscurece a las (pronunciando al igual que su reloj) ziete horaz y siete minutoscchh-.

Para matar mi ocio decido recorrer la supuesta estación, sigo el camino de la gente y diviso que el tren trae una carga gigante, un tronco oscuro e inmenso, casi tan grande como ilegible. Me acerco para dilucidar de qué se trata y me doy cuenta que el piso se convierte en arena, las líneas del tren están por encima de la arena, recibiendo pequeños oleajes que hacen chillar a la máquina que está próxima a salir.

De un segundo a otro, sube la marea y me mojo los pies, me percato que estoy descalzo y algo desorientado, miro a mi alrededor y se ve la conexión de la estación de trenes con un aeropuerto. –Aerotrén-, me dice uno de los pasajeros, al ver mi rostro impávido con tamaña obra de arquitectura.
En ese preciso momento, aparece un vapor asfixiante que me enceguece y pierdo mis lentes, trato de encontrarlos en la fría arena y mar, pero el sonido ronroneante del tren me hace perder los sentidos.

Cuando logro sentirme más cómodo, despierto y regreso a mi realidad… veo mi cama maltrecha y las almohadas en el suelo… reviso mi reloj, son las 11.15 y mi gato ronronea… al parecer quiere ahora ya su respectiva merienda…

(Los sueños no tienen porqué siempre ser descifrados… son simplemente sueños)

C.

Soundtrack: How To Measure A Planet. The Gathering.

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