Pareceré pretencioso, quizás un poco amargo con mis palabras, pero esta columna es un llamado de atención para los padres de mi edad, los que tenemos hermanos adolescentes o simplemente se dan cuenta que no hay un control para esta tendencia.
Les hablo de los pokemones, visuals, emos, pelolais, ondulais, flaytes, pokeflaytes, rockabillys, góticos, brit y villero (reflauta, cáspita y caracoles (incluso diantres) que hay grupos ah?), quienes amenazan a los futuros jóvenes con su posición única y que confunde a esta sociedad.
Debo reconocer que mi generación derivada a los "hijos de la dictadura" analizaban sobre renegar a Pinochet por sus injusticias, darles la última oportunidad a la Concertación al poder, la decadencia de ver a Los Prisioneros más desunidos que nunca y mirar con nostalgia como nuestros padres y amigos añoran los '80, con sus Transformers, Thundercats y cómics.
Eso eramos, los hijos Nintendo y Atari, quienes no tenían la más mínima idea de la palabra "chatear" y ni imaginábamos que el "Bipper" iba a ser masacrado por el celular. Uffff, tanto recuerdo que se me viene a la mente que me iría por la tangente con lo que les quiero decir.
Lo cierto es que estos nuevos individuos nos obligan a utilizar términos para no pasar al anonimato: "poncear", "perrear", "patear" y tanta "p" junta parecemos peruanos buscando una identidad inconclusa.
Además, ya no se visten... se "disfrazan". Imagínense estos "niñitos" viéndose en una fotografía (digital por lo demás) en diez años más... querrán quemar todas las imágenes que se sacaron alguna vez al haberse teñido el pelo, comprarse cadenas que llegan hasta el suelo, ponerse piercing quien sabe dios en qué lugar... y lo que es peor... esas extensiones en las orejas que le destruyen los lóbulos, demostrando ser una pobre clase de aborigen comiendo cuartos de libra en el McDonald.
Esto se veía llegar señores y señoritas, pero nunca pensé que se iba a masificar. ¿Recuerdan al tipo Mente Enferma? El lolito este que sacó un par de canciones góticas que debo reconocer que eran bastante "oreja", pero que se pensó que quedaría como toda tribu urbana... en una moda pasajera que pasaría en el olvido.
Pero no, este personaje abrió una caja de pandora que todavía no trae el gran cambio cultural... Lo que me temo entonces, es la próxima generación... cómo asimilará a estos individuos que no saben escribir bien (el lenguaje de chat atrofia los dedos y la mente), no leen y odian a todo el mundo.
Los adultos intentan detener este embate rechazando sus dosis de alcohol desde los 12 años o los embarazos a la dulce edad de 11. Pero eso no es nada comparado con la tendencia al vestir, pensar y actuar... estos lolitos van directo a un precipicio sin fondo, desean con todas sus entrañas ser amados con lo que son, pero al final no tienen ni idea de quienes quieren ser...
Sus opciones de ser alguien en la vida son refrendadas al ver con el paso del tiempo que su futuro está saturado...
Jóvenes de hoy, hijos míos, hermanos, primos y amigos... Dénse cuenta del cagazo que se podrían mandar si siguen con este desafío de marcar "éstas" tendencias.... quizás durante décadas la búsqueda siempre ha sido recluida... pero esto es más preocupante... porque afecta a una familia, una ciudad, un país y una cultura...
No existen secretos ni fórmulas para demarcar la "sociedad perfecta"... pero debe quedar en claro que una identidad es aquella que va creciendo con el paso del tiempo y no la que será renegada cada vez que veamos una fotografía, escuchemos un tema o simplemente no nos queramos mirar más al espejo.